Mientras revisaba sus redes sociales, un estudiante de nivel secundario se percató de un video editado, recién subido como parte de un comercial de una empresa del Estado, en el que él, supuestamente, se escabullía del colegio antes de la hora regular de salida. Como resultado de la viralización del video, padeció burla y acusaciones públicas. El estudiante, que afirmaba no ser el que aparecía en el video, indignado, comunicó tal hecho a su padre, quien, inmediatamente, envió una carta notarial a la empresa responsable de subir aquel video, en la que conmina a este a otorgarle copia del video original sin edición, a fin de corroborar que no era su hijo el que allí aparecía. Como la empresa omitió responder y acceder a lo solicitado, el padre del estudiante está en condiciones de iniciar