El adolescente es un ser humano en duelo, en permanente estado de pérdida, tanto de su cuerpo como de su personalidad de niño. En este panorama revuelto, intenso y desordenado es que surge la experiencia del amor. Y cuando el adolescente se enamora, no solo logra una experiencia grata sino también una vivencia intensa que alcanza varios objetivos. Uno de ellos es justamente vencer el dolor que está experimentando por todos esos cambios. En cierta manera la experiencia del amor hace que el adolescente olvide las penas originadas por los cambios en su cuerpo y en su mente.
La idea principal del texto es