Poco antes del tercer viaje de los conquistadores españoles, se inició una guerra civil entre dos hijos de Huayna Cápac: Huáscar y Atahualpa. Dado que en el Imperio inca el ascenso al trono no se producía por el principio de primogenitura, la muerte de un sapa inca generaba, usualmente, conflictos entre las panacas cusqueñas que competían por el poder. En esta ocasión, a estas rivalidades se añadió un factor geopolítico, el cual incrementó la tradicional tensión de la lucha por la sucesión, dando lugar a aquella guerra civil. Este factor fue