Antes de la independencia de los Estados Unidos, Gran Bretaña había implementado una política económica mercantilista con las Trece Colonias, expresada, por ejemplo, en las normas conocidas como las Actas de Navegación. En virtud de ellas, las colonias se subordinaban a los intereses de la Corona y el Parlamento inglés, pues se impedía el comercio con otros países y se prohibía