I. Los actores griegos, durante su presentación, utilizaban máscaras, complicados ropajes para causar una mayor impresión en el público, II. Los dramas litúrgicos medievales eran representados por sacerdotes y coros de niños en el interior de las iglesias y fuera de ellas. III. Durante el Renacimiento y el Barroco, el vestuario y los decorados alcanzaron una gran aparatosidad al momento de la escenificación. IV. El teatro realista del siglo XIX procuró abandonar los decorados permanentes y el amaneramiento a favor de una mayor verosimilitud, cuando se debía llevar a cabo una representación. V. Bertold Brecht hizo resurgir el teatro político, mientras que Beckett y otros crearon el teatro del absurdo.