Gamaliel Churata (es decir, Arturo Peralta Miranda, 1897.1969) fue esencialmente un periodista. A temprana edad, se ejercitó en el oficio, alentado por su maestro José Antonio Encinas, como cajista y redactor. A esta etapa embrionaria corresponde su primer alias: Jun Cajal, o Juan el cajista. Años después, ya desterrado del Perú, inicia su largo periplo por Bolivia como periodista, atrás quedaba el Juan Cajal adolescente, había adoptado su seudónimo definitivo: Gamaliel Churata, con el que pasó a la posteridad. El ejercicio del diarismo le otorgó la agilidad y la soltura en la expresión, ello sumado a su vasta cultura y a una gran capacidad de síntesis, caracterizaron su singular estilo. Como escritor se diría de Churata lo mismo que él escribiera sobre Unamuno: que pertenece a la categoría de los escritores que escriben pensando y no de los que piensan para escribir.
El periodismo y la literatura convergieron exitosamente en Churata cuando: