Posterior a la revolución agropecuaria, se desarrolló lo que algunos autores llaman la revolución urbana, etapa en el cual los grupos humanos se separaron en función de sus actividades económicas. En el medio rural los campesinos producían alimentos, tanto para ellos, como para los habitantes de las recientes ciudades; por su parte, las ciudades contaban con artesanos que producían artefactos para ambos grupos sociales. También en las ciudades habitaban los militares que defendían a dicha población y el sector gobernante de los sacerdotes, que dominaban por voluntad de los dioses.
Del texto anterior se puede inferir: