En la novela de “El túnel” se presenta el relato y la siguiente expresión de Juan Pablo Castel:
"Lo que más me indignaba, ante el hipotético engaño, era el haberme entregado a ella completamente indefenso, como una criatura. Si alguna vez sospecho que me has engañado le decía con rabia - te mataré como a un perro. Le retorcía los brazos y la miraba fijamente en los ojos, por si podía advertir algún indicio, algún brillo sospechoso, algún fugaz destello de ironía, Pero en esas ocasiones me miraba asustada como un niño, o tristemente, con resignación, mientras comenzaba a vestirse en silencio."
Podemos concluir que el protagonista: