Marina le dice a Roberto, su compañero de la clase de biología: «Cuando se enuncia que la célula tiene un núcleo, no basta con decirlo, sino que realmente debe tenerlo, de modo que si alguien dudara de ello, podría constatarlo, puesto que, si lo que se dice de la célula es verdadero, lo es por ser representación de una célula que existe independientemente de estar representada». Roberto acepta complacido la observación que le hace Marina. Considerando el conocimiento científico, se puede inferir que Marina ha puesto de relieve la característica entendida como la