Así pues, la avaricia y la prodigalidad son igualmente necesarias para la sociedad. El que en algunos países los hombres sean, en general, más pródigos que otros, procede de las diferentes circunstancias que los inclinan a uno u otro vicio y que proviene de las condiciones del cuerpo social, así como de la naturaleza del temperamento.
Mandeville, B. (2001) La fábula de las abejas o los vicios privados hacen la prosperidad pública.
Fondo de Cultura Económica.
De acuerdo con el texto citado, se infiere que, para Mandeville,