En la novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, se narra: "De todas partes llegaban tragaldabas fabulosos para tomar parte en los irracionales tomeos de capacidad y resistencia que se organizaban. Aureliano Segundo fue el comedor invicto, hasta el sábado de infortunio en que apareció Camila Segastume, una hembra totémica. El duelo se prolongó hasta el amanecer del martes”. En el texto citado, figura la: