De acuerdo con los siguientes versos del “Poema 4”, de Pablo Neruda: “Es la mañana llena de tempestad /en el corazón del verano. / Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes, / el viento las sacude con sus viajeras manos. / Innumerable corazón del viento / latiendo sobre nuestro silencio enamorado”, es posible afirmar lo siguiente: