En el texto "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago (p. 326), uno de los personajes expresa lo siguiente:
"... Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que, viendo no ven"
Esto permite inferir que:
El ser humano es capaz de ver desde el fondo de su espiritualidad para el desarrollo social.
La esperanza de ver a los demás en toda su dimensión depende de la solidaridad.
El ser humano necesita de la mujer para encontrar su rumbo.
El conflicto cotidiano ha enajenado al ser humano.
La sociedad vive sumergida en un mundo individualista, consumista, materialista y ha perdido el lado humano.
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