Roberto y Diana finalizaron sus estudios secundarios. Ambos son amigos y conversan sobre sus metas y propósitos. Roberto considera que se enfocará en viajar, conocer nuevas culturas, degustar formas nuevas de gastronomía alrededor del mundo y hacer amigos que disfruten de relajarse y vivir experiencias gratificantes. Diana, por su parte, manifiesta que la felicidad se relaciona con el orden natural, y tiene que ver con el esfuerzo, el compromiso y el deber. Por eso, ha decidido postergar cualquier actividad recreativa, como viajar con sus amigos o divertirse en fiestas con ellos, y dedicarse a estudiar una serie de materias académicas y lectivas, arduas y trabajosas de aprender, pero necesarias para rendir el examen de admisión de una de las más prestigiosas universidades del país.
La forma de pensar de cada joven coincide, respectivamente, con sendas corrientes filosóficas, a saber: